Secretos del brillo eterno:
La cerámica, esta joya del mundo de la decoración, con su variedad y elegancia únicas, ha estado siempre en el corazón de arquitectos y diseñadores. Pero mantener el brillo y la belleza de este valioso elemento requiere secretos que comentaremos en este artículo.
Mantenimiento, un paso preventivo:
Barrido regular:
El polvo es el enemigo número uno de la cerámica. El barrido diario o semanal elimina a este enemigo del campo de batalla y evita rayones en la cerámica. Paño fino: El paño de algodón o microfibra será tu compañero constante en la limpieza de cerámica.
Elegir el detergente adecuado:
Los detergentes para cerámica eliminan suave y cuidadosamente la suciedad y dan brillo a la cerámica.
Sellado, una barrera contra el crimen:
La unión entre las cerámicas es un refugio para la suciedad y la mugre. Evite la acumulación de estos elementos no deseados con un sellado adecuado.
Limpiar, deshacerse de la contaminación:
Manchas de grasa:
Los detergentes desengrasantes son feroces competidores de las manchas de grasa. La combinación de bicarbonato de sodio y agua caliente también puede resultar ganadora en esta batalla.
Manchas de tinta:
El alcohol es un potente limpiador de manchas de tinta. Utilice alcohol y un paño limpio para limpiar las manchas.
Puntos clave:
¡Están prohibidos los ácidos y los álcalis! Los detergentes ácidos y alcalinos son enemigos acérrimos de la cerámica. Evita estos detergentes para no dañar tu cerámica. Adiós a los objetos punzantes: los objetos punzantes y punzantes crean desagradables arañazos en la cerámica. No utilice estos objetos para limpiar cerámica. Pruebe antes de usar: antes de usar cualquier detergente, pruébelo en una pequeña parte de la cerámica para asegurarse de que no la dañe.